ARGENTINA 2003-10/2004-4 | ||
RÍO | SECCIÓN | DIFICULTAD |
Manso (Río Negro) | Manso Limite | III-IV |
Trafúl (Argentina) | II-III | |
Aluminé (Argentina) | ·Abraancha | III |
Mendoza (Mendoza) | Guido-Potrerillos | IV |
La migración es algo natural. En otoño cuando la noche se alarga y empieza el frío, como a las aves a mí también me entran ganas de ir a la primavera y cambiar invierno por verano.
En el 2003 a dónde? Al hemisferio sur, a la PATAGONIA.
Hice campamento base en Bariloche, al noroeste de la Patagonia, entre lagos inmensos y montañas blancas andinas. Aldo y Gabi eran nuestros buenos amigos locales, y alquilamos una bella casa entre Haritz Egues, Sua y yo. Trabajamos en el Río Manso de kayakistas de seguridad, pero sobre todo en la temporada alta de navidades a fin de febrero. Y mientras tanto qué? Expediciones Patagónicas!
1ª VUELTA A LA PATAGONIA: 5.000 km en 15 días, 7 argentinos y un vasco pegaditos en un jeep. Salida de Bariloche al sur por la costa, y vuelta por la “Ruta 40”. Aunque al principio el mate no sea muy gustoso, luego te acostumbras y te adiccionas.
El día de mi cumpleaños estábamos en la “Península Valdés” cuando entramos en los dos kayaks y se acercaron 2 ballenas francas curiosas. La madre unos 18 metros y la hija como 8 m. La madre tranquila debajo de mí quieta, todo negro alrededor del kayak. La cría más movida haciendo saltos. Se me acercó, sacó la cola y sumergiéndola despacio me tocó al frente del kayak, y sin albur, jejeje.
En la siguiente vuelta vino por un costado mío moviéndose con mucha calma y llevando el lomo de su espalda 5 cm afuera del agua. Emocionado solté la mano derecha de la pala y se lo puse en su nuca, y la toqué hasta la cola. Ahí agarré de nuevo la pala por si acaso agitaba…
Sin haber recuperado la respiración, la ballena madre viniendo por detrás se sumergió y cuando me sobrepasó sacó la cola creando una ola que me llevó….. SURFEANDO! Recuerdo mi proa en medio de esa gran cola.
Fue orgásmico y cada vez que lo cuento todavía se me pone la piel de gallina.
Gracias Aldo y compañía (Abraxas Rafting) por las fotos.
Vieron alguna vez un surfero de ola de ballena? |
Glaciar Perito Moreno cuando todavía chocaba contra la montaña de enfrente haciendo presa al lago. Vimos un eclipse no esperado. |
Subimos a la Laguna Cerro Torre de noche y con luna llena, en una noche inusual sin viento ni nubes y animados por un “asado”. Tuvimos este amanecer como premio por no ceder al sueño. |
En Fitz Roy queriendo volar como el Cóndor Andino de la camiseta. |
2ª VUELTA A LA PATAGONIA: Más amplia saliendo de Bariloche hasta Ushuaia (la ciudad más austral del mundo) en Tierra del Fuego, y vuelta por Chile. Salimos Haritz, Sua y yo en nuestro ‘honda civic’, pero cuando nos pidieron los pasaportes para pasar por Chile en el Estrecho de Magallanes Haritz se percató de que lo tenía en Bariloche a unos cuantos miles de kilómetros. “Que tengas buenas aventuras de vuelta!”, y las tuvo.
El pingüino que me besó. |
En la punta sureste de la tierra continental llegamos muy tarde a la noche, agarramos los sacos y fuimos a dormir a la playa. Dudando si estábamos soñando nos despertamos rodeados de cientos de pingüinos. Graciosas sus carreras.
Después de sacar la foto a este pingüino que estaba tranquilo en su nido, quise sacar otra más clara, y cuando toqué la rama con suavidad para apartarla,
ZAS! Súbitamente me levanté alzando el brazo izquierdo y tenía un pingüino de 70cm colgando de un dedo, y no quería soltarme, y yo agitándolo. Me soltó, cayó de panza y volvió a su nido. Todavía llevo la huella de su beso.
ZAS! Súbitamente me levanté alzando el brazo izquierdo y tenía un pingüino de 70cm colgando de un dedo, y no quería soltarme, y yo agitándolo. Me soltó, cayó de panza y volvió a su nido. Todavía llevo la huella de su beso.
En Ushuaia vivían los “Yámana” cuando llegaron los europeos, una tribu canoísta y nómada. Vivían desnudos untándose la piel con grasa de foca. Cada familia se movía en una canoa con las tareas bien divididas. El padre guiando con la pala y cazador de leones marinos con el arpón. La madre buceadora a por marisco. Los críos manteniendo vivo el fuego. En pocos años casi se extinguieron a causa del cambio de costumbres y enfermedades. La penúltima yámana murió en 2005.
Yo también soy canoísta nómada y también desapareceré.
Cerro ACONCAGUA (6.962 m)
Empezamos a caminar el 27 de febrero Sua y yo sin ningún guía ni porteador. En temporada baja más barato y estaban desmontando, pero menor probabilidad de hacer cumbre por el tiempo cambiante y con escaso material, aunque con ganas por la ruta normal.
Ascendimos al Cerro Bonete de 5.000m desde el campamento base de Plaza de Mulas para aclimatarnos.
El 8º día estábamos en el último refugio a 6.000m solos con un porteador que iba por gusto a hacer cumbre.
Elevando el recuerdo de mi padre a lo más alto que pude. |
Yo antes de las 2 de la madrugada ya estaba derritiendo hielo. Después de haber pasado momentos duros, ese día estaba fuerte y aclimatado. El viento frío también fuerte, demasiado. El porteador ni salió del saco. Yo decidido y cabezota con la foto de mi difunto padre en el bolsillo.
Partimos a oscuras con el frontal, y con la barba blanca presenciamos el amanecer más impresionante visto por mis ojos, con láminas de colores en el redondo horizonte cortado por la gigante sombra triangular del Aconcagua.
A unos 6.300m de altura a Sua se le empezaron a congelar las manos y pies. El viento hostil y demasiado peligroso.
Era la hora de bajar a la tierra, la hora de valorar los privilegios como ducharse, cagar sentado, cenar sentado en restaurante y dormir en cama.
Puente del Inca (2.720m): puente natural formado por la vida que llevan las aguas termales. Comienzo de la ruta al Aconcagua. |
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