Para llegar al río que queríamos explorar, el Likhu Khola, viajamos un largo día en bus de montaña y tres días más caminando autosuficientes sin porteadores, con los kayaks en la espalda o en la cabeza, unos 40kg. Una dura prueba física superada con las vistas de las Himalayas blancas, con sufrimiento, con kasta vasca y su independencia (jeje), con el ambiente del equipo Zorriak, sabiendo que nunca ningún kayak había pasado por aquí.
El 7 de noviembre de 2012 esperábamos el bus correcto que nos llevase por Jiri hasta Bhandar. Todos los choferes nos querían sacar de Tamba Kosi (Busti) pero ninguno nos quería llevar al buen puerto. Al final el bus llegó, llegó bastante más lleno de lo que nos hubiese gustado, pero no podíamos rechazarlo.
Ahora nosotros. En el techo no me dejaron, y no insistí, no había nada seguro ahí arriba. Pues para adentro. De la puerta asomaba gente, a ver si nos dejan pasar, pero no! no se pueden ni mover. Todo el pasillo está lleno de gente, adelante donde el chofer también y las escaleras también. Desde afuera empujando nos ayudan a entrar y a cerrar la puerta, como los japoneses en el metro. Ya no entra ni una sardina. A sí! en el siguiente pueblo entra uno más. Increíble.
En la parada de Jiri, pueblo donde hace años partían todas las expediciones al Everest y el pueblo que más turistas ve en toda esta región, sale Mino escupido del autobús en busca de dinero. Vuelve con malas noticias: no hay cajero automático ni cambian dinero. Oh oh! Suenan las alarmas. Mino no tiene dinero y Txomin poco. Pués esto no va a detener la expedición de estos Zorriak!
Seguimos el viaje en la lata-bus, de pie. Lo más difícil era buscar lugar para los pies. Movías uno y ya no había hueco. Como las gallinas en una pata... barbilla encima de otra cabeza, otra cabeza acomodada en mi sobaco... no aguantó mucho. Y así abuelos, niños y mujeres, y nadie se quejaba, excepto Mino.
En el camino de montaña los kayaks del bus de tres pisos se engancharon otra vez con el cable de una casa, y se rompió el cable. Las cuerdas nepalíes son resistentes. El abuelito dando botes de gigante paró el bus y se arreglaron los cables al momento.
Tras 9 horas de viaje en la lata-bus, llegamos a Bhandar.
Desayuno al sol con chía (te) en Bhandar, mientras analizamos el mapa. De aquí saldremos caminando con todo el material encima.
Como hacer para llevar 20kg de kayak y otros 20kg más? pala, chaleco, saco de dormir, comida, etc
Cada uno prueba su técnica. Mino y Txomin con el kayak lleno haciendo de mochila con sistema de cuerdas y cintas. Eneko con mochila y el kayak vacío en la cabeza.
Que contentos y enérgicos salimos. Pensábamos que quizá llegaríamos en un día... Ilusos!
Descanso y otro descanso. La tarea no es fácil y las cuerdas se les clavan a los gurús. Comienza el sufrimiento.
Estamos caminando por el trekking al Campo Base del Everest, que cruza el Likhu Khola por Kenja y va hacia el este al Dubh Kosi.
Descanso en una terraza. Que contento!
Los nepalíes cargan las cosas llevandolas en la espalda colgando de una cuerda desde la frente.
En cambio Mino y Txomin pueden descansar en trípode.
Ya es tarde y queda mucho camino. Hay que parar a acampar.
A la mañana les agradecimos y todos contentos nos despedimos. Comienza el 2do día de porteadores.
Vamos por la margen derecha del río Likhu Khola, en lo alto, y las subidas más empinadas son después de cruzar los arroyos.
Aquí le estamos ayudando a Mino a quitarse su mochila. Las vistas de los picos nevados de las Himalayas (Numbur, Likhu Chuli,..de casi 7000 metros) nos dan oxigeno y alas.
La Didi del hostal nos debió ver con hambre, y en la cena no paraba de ofrecernos más y más dhal-bhat, arroz con lentejas. Llenamos el estómago hasta la epiglotis y a dormir. 2 euros cenar y dormir.
A la mañana caparazón de la tortuga a la espalda y a caminar por tercer y último día. Desde Gundel vamos un poco más para arriba y luego ya bajada al río al puente de madera que hay en Dudele.
De camino paradita budista.
Los burros que llevaban cargamento empujaron a Mino y casi lo tiraron montaña abajo atado a su kayak. Así lo dejaron, inmovilizado contra los palos esperando ayuda externa.
El fuego está a punto de prender, y esta noche hasta te del lugar tomaremos. Vamos a celebrar que hemos completado la misión de llegar al río tras 3 días de caminar con todo encima. Hip hip humo!
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