Cuando comenzábamos a cansarnos de las playas supimos que en las montañas del interior de Bahía había un festival de circo. Al final del viaje dejamos el asfalto y tras 30 km de camino de tierra sin salida allí estaba el Circo do Capao rodeado de montañas; y esto qué hace aquí?
"II Festival Internacional Diamantino de Circo"
Artistas internacionales ofrecieron espectáculos durante 5 días en un ambiente amigable.
Aunque el estado de Bahía es conocido por las playas, también hay montañas en el interior. A las sierras montañosas se les llama chapada en Brasil, y como aquí había minas de diamantes se le llamó Chapada Diamantina, ahora convertida en Parque Nacional.
Aquí nacen los ríos más importantes de Bahía, el río Paraguaçu que desemboca en la capital de Salvador y el río de Contas que desemboca en Itacaré, donde di el curso de guía de rafting.
Erosionando el macizo de cuarcita surgieron montañas con formas de torres, llamadas morros. Ésta de la foto es Morrao de 1418 metros, vamos para allá!
Contemplación desde la cima de Morrao (1418m). |
Y abajo de esta torre de Morrao las bellas pozas de Aguas Claras, paisaje y momentos de placer.
El valle de Capao nos gustó mucho y el pueblo estaba lleno de gente interesante: los del circo, músicos, artesanos, los de la capoeira, los de la batucada, etc. Además desde el pueblo se podían hacer muchas excursiones de día a pozas, montañas y cascadas (Fumaça, Purificaçao, Morrao, Aguas Claras, etc).
Trabajando en el blog en el balcón de casa Capoeira. |
Yo trabajando en este blog y Sugan escribiendo artículos para revistas de viajes. Debajo de la habitación se hacían entrenamientos de Capoeira Angola por parte del dueño de la casa Mestre Barteló. A gusto participé en estos entrenamientos.
Famosos son los carnavales de Brasil. Los más espectaculares en Río de Janeiro y Olinda. Toda la gente a la que preguntábamos por los carnavales de Salvador de Bahía, conocido por la fiesta callejera y la aglomeración de gente, nos decía que tenía muchos aspectos negativos (demasiada gente, sucio, tocamientos físicos, robos, etc), y que el ambiente sería más sano en el pueblo donde nos encontrábamos. Así pues, nos quedamos celebrando los carnavales del pueblito de Capao.
Caminando 2 horas desde casa pasando entre bromelias, orquídeas y cactus estaba la cascada Cachoeira Fumaça.
Con 380m de caída libre dicen que es la cascada más alta de Brasil.
VALE DO PATI
Con ganas de hacer una salida más dura a la montaña cargué la mochila grande a la espalda y me fui solo al valle de Pati para 4-5 días, caminando todo el día.
Dicen que la caminata del Vale do Pati es una de las más bellas de Brasil. Las rocas de cuarcita rosa y las faldas de las montañas cubiertas por bosque de ‘mato atlántico’. Escondido y de acceso limitado ya que no hay ningún camino para vehículos, los primeros habitantes llegaron escapándose de las sequías de principios del siglo XX. Llegó a tener 2000 habitantes con las plantaciones de café, aunque hoy en día sólo viven 50 en el valle. Son majos y dan hospedaje en sus casas.
Desde Pati hay muchas excursiones de día a cascadas, montañas, pozas y cuevas (cascada y poza de Funil, montaña-torre y cueva de Castelo o castillo, cascada de Cachoeirao...).
Ésta es la magnífica vista desde arriba de la cascada Cachoeirao de 300 m. La caminata circular la hice después del chaparrón atravesando aguas de color rojo y poniendo a juego la habilidad de la orientación, ya que iba sin guía y solo sin conocerlo. Las cascadas desbordadas y saliendo por dentro de la roca. Impresionante.
Al siguiente día hice la caminata del mismo Cachoeirao pero por abajo, remontando por las rocas del cauce del río. Como ya había parado de llover la cantidad de agua disminuyó considerablemente. Aun así, se me premió con hilos de agua de 300m de altura y con un baño libre de ropas en la poza roja de la recepción.
Esto es Morro do Castelo del valle de Pati, una montaña de cuarcita en forma de castillo. Desde allí vi el atardecer y dormí solo como un ermitaño feliz en la gran cueva de Castelo. En la foto se ve que el río llevaba mucha agua y tenía muchos rápidos, y yo sin kayak... tendré que esperar a llegar a Perú para eso.
Nos despedimos de la Chapada Diamantina, para nosotros el lugar más agradable de Bahía, y volvimos a la capital, Salvador. Visita al barrio céntrico de Pelourinho, donde vimos varias batucadas en acción en la fiesta de los martes, y en avión fuimos al norte de Brasil, al paisaje de dunas y lagunas, pero eso es el siguiente microcapítulo.
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