En octubre de 2012 una gran crecida del río Ara se llevó la pasarela de Torla (puente metálico) y dejó la barandilla atorada y atravesada 100m más abajo, tal y como se ve en la foto. Muy muy peligroso, ya que si un kayakista metiese la punta en uno de estos triángulos de metal quedaría atorado, y en peor estado quedaría un nadador. No se podía navegar y tampoco se podría hacer la carrera de kayak extremo de la Copa Pirineos. Una liebre nos demostró como se queda atorado...
Viendo esta grave situación y entendiendo que nada iba a sacar la pasarela del río si no fuese por voluntad de unos kayakistas apasionados, estos 4 voluntarios cambiaron su plan de kayakear por intentar limpiar el río de peligros. De izquierda a derecha: Eneko, Galé, Miguel y Mariano.
Gracias Silvio Gurrieri! Hermano sos un Capo!
Primero analizamos la situación y limpiamos la valla de troncos, ramas, sirgas y liebre. Luego siguiendo los principios "de lo más simple a lo más complicado" y "sin poner más en peligro de lo que hay" (o casi), actuamos. Sacamos la plataforma de metal tirando de la cuerda, la cual era el suelo del puente. Luego al estilo de Iñaki Perurena ("harrijasotzaile" o levantador de piedras vasco) quitamos de encima de la barandilla 2 piedras de unos 80 kilos, pensando que ya lo habíamos desatascado, pero ni se movió. Es cuando nos dimos cuenta de que la valla tenía unos 4 metros más, bajo piedras. Con sistemas de avance mecánico movimos un extremo de la pasarela 2 metros, y se hizo de noche con manos irritadas. Tendrá que haber un segundo día.
El segundo día aparte de quemar y romper un cordino prussik y reventar ampollas de la mano, con más sistemas de avance mecánico movimos unos metros más y la doblamos, pero no podíamos soltarlo de las 3 piedras de más de 100 kilos que lo aprisionaban. Se hizo de noche y con una bajadita del rápido Chicane en kayaks, cansados nos fuimos a almorzar-merendar-cenar y dormir, mientras Galé decía: "La tercera la vencida."
Siguiendo con el "curso" de polipastos y poleas comenzamos la tercera jornada voluntaria. Ya no podíamos retirarnos dejándolo así, había que sacarlo. Sistemas de 3/1, 4/1, 5/1, 6/1 con material justo, cambios de dirección, formando contracorrientes humanos para quitar presión a las rocas, etc. movimos las piedras de más de 100 kilos, y la barandilla comenzó a moverse más rápido. 2 personas en cuerdas 2 con manos en agua.
El Ara despertó a última hora y el caudal comenzó a subir. Ni Chicane, almorzar-cenar y a dormir.
El cuarto día de trabajos voluntarios llevamos la barandilla desde la isla hasta la orilla como cresta de dinosaurio metálico de 10 metros. El deshielo seguía aumentando el caudal y ya no bajaría en un tiempo. Justito lo ibamos a conseguir.
Después de unas horas más, muy cansados y con las manos ensangrentadas dejamos la barandilla en la orilla izquierda bien alto y atado. Habíamos conseguido limpiar el río de su peligro metálico.
Gracias a esos 4 voluntarios!
Ahora ya se puede navegar el rápido de la Pasarela, y aquí estoy con el gran kayak Director de Zet estrenando la línea del buff por la derecha, con mucha mucha agua. Este es el hueco donde hace ya más de 12 años caí con un kayak Diablo. Fue mi primera natación seria. Otros tiempos, otro material y otros escarmientos, aunque el río sigue siendo el mismo.
Oh diós del río, dejanos purificar tus aguas y con tus aguas.
p.s.: Artículo escrito ingresado en el hospital. Catapultas que obligan a descansar. De todo se aprende y ese es el camino. El vuelo libre en rafting es una actividad peligrosa. OM
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