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Tras la muerte de Mark Hentze por una crecida del río nos juntamos en Medellín Kees Van Kuipers, Joana y otros amigos para ayudarnos en las tareas burocráticas (más declaraciones en la policía, papeleo al fiscal, etc).
El martes 13 de marzo, 7 días despúes de la "borrasca", se hizo la cremación del cuerpo de Mark, una ceremonia diferente: Kees pegó en el ataud una foto graciosa de Mark con peluca, allí mismo hicimos un brindis con Guaro (aguardiente con anís) y encima del ataud se le puso un gran cogollo para quemarlos juntos y regalarle a Mark la sonrisa para su próximo viaje. Parte de las cenizas irán a donde la familia en Oregon-USA y otra parte al río favorito de Mark, al Cañón de Chicamocha en San Gil-Colombia.
No fueron días fáciles, los recuerdos y diferentes sentimientos se mezclaban en la misma olla. Algo hacía falta para poner punto y final y despedirnos de Mark. Las otras veces que he perdido "vidas de gato" he vuelto al lugar de los hechos, y esta vez también quería volver. Volver para entender y aclarar los recuerdos. Volver para ver y mostrar el bello y salvaje cañón que descubrimos. Volver para sacar alguna imagen del fascinante dormitorio donde Mark se despidió y mandarselo a su familia. Volver para admitir y asimilar lo sucedido. Volver para despedirnos de Mark.
9 días después de la crecida salimos temprano de Medellín y tras 2-3 horas por la autopista hacia Bogotá llegamos al barrio de Pailania en el municipio de San Francisco, donde comenzó la última expedición.
Los de la foto son algunos de los chicos de la casa Majagual de Pailania, los que nos dieron algo de información a Mark y a mí antes de entrar al río, los que me ayudaron al salir del río, y los primeros que se lanzaron en la busqueda y encontraron algo de material mientras la policia y los bomberos tomaban cafés.
En esta excursión de despedida de Mark dejamos el taxi en esta casa. Como recompensa por lo que hicieron les di más dinero y agradecimientos, y les comentamos la intención que teníamos de volver caminando al cañón. De una agarraron machete y estaban listos para acompañarnos. Buena gente los de Pailania.
El sendero al río sale detrás de la casa (30min) y luego sin sendero por la orilla izquierda del río buscando paso río abajo hasta la cascada del cañón (45min). Ésta es la misma ruta que yo tomé tras la crecida del río, pero ahora lo conocía e iba con zapatillas.
Éste es el rápido clase 5 que descendí en kayak. Aquí el río comienza a tener más desnivel.
Seguimos buscando camino por la orilla izquierda, la derecha está peor. Estamos entrando al cañón.
Éste es el último rápido que corrimos Mark y yo uno detrás del otro, y aquí nos salimos para comenzar el largo y pesado portage por las rocas.
A un par de rápidos viene la cascada a sifón. Comienzan a aflorar los sentimientos...
Ahí detrás se ve la cascada que desaparece bajo las rocas. El holandés Kees Van Kuipers, gran amigo y el mayor conocedor de los ríos de Colombia junto a Mark Hentze, contemplando el espectáculo que viene río abajo.
=> Esto es lo que se ve desde la cascada hacia río arriba. No son piedras pequeñas y en agua baja todo el agua va por el otro lado, por río derecha. Hoy día de despedida el caudal del río es unos 20cm más bajo que cuando lo kayakeamos. Por aquí vino la gran ola.
Y la foto de abajo es lo que se ve río abajo desde la cascada. Tal y como
cuando vine con Mark hoy tampoco pasa nada de agua por río izquierda. La
roca plana que se ve a la derecha de la persona era mi cama, y 3 rocas
río abajo, la alta y plana, era la de Mark. La roca más grande del
centro del río quedó bajo agua y era la que mandaba explosiones de agua
al aire. El tronco del gran árbol de la izquierda quedó inundado y la
gran rama horizontal por poco no, y eso en menos de 30 segundos.
Donde estoy yo es donde estaba durmiendo Mark, imponente roca alta y plana, pero sin rutas de escape por pared hacia arriba, y una caída de 7 metros río abajo de la roca, seguramente donde la ola lo tiró. De aquí para abajo paredes lisas.
Mark y yo dejamos aquí los kayaks y fuimos a mirar los rápidos que venían después, pero como bajar de esta roca? En esta foto se ve un tronco entre los muchachos y un agujero. Pusimos una cuerda en el tronco y bajamos por el agujero a una cueva por donde salimos río abajo. Luego volvimos por el mismo lugar, quitamos la cuerda y al lado del tronco hicimos el fuego para cocinar la última cena.
Encontramos algún recuerdo para el museo de Mark (su saco de dormir, la tarpa, etc).
A esta roca de Mark la ola llegó, por este agujero el agua pasó y la cueva se llenó. Mi falda o cubrebañeras en el tronco atorado se quedó, y se malogró ya que golpes de piedras y troncos recibió. Es un lugar especial, como si fuera la salida de la cueva de Platón a la inversa, y ahí dejé la falda atorada como recordatorio…
Ésta es la imagen que tenía Mark desde su roca hacia río arriba. Arriba a la izquierda se ve el comienzo de la cascada que desaparece debajo de las rocas. Donde yo estoy sentado es mi roca-cama, y ahí es donde me despedí de Mark con las
buenas noches y me quedé contemplando esta maravilla con la luz de la luna a 2 días de ser llena, y me acosté.
25 minutos más tarde fue el despertar. La ola llegó desde arriba y comenzó a llenar rápido todos los huecos de entre rocas. 5 segundos más tarde yo ya estaba en el agua y cuando saqué la cabeza comencé a escalar para arriba como un chimpancé por donde me tocó, por la derecha de la foto, seguramente la única salida que había hacia las alturas.
Estoy a unos 5m del nivel del agua, y el agua subió hasta donde el tronco del gran árbol de la derecha se divide en ramas. El agua subió unos 10-12 metros.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba aquí arriba, en el límite entre la roca pulida y la vegetación. Había llegado por las ramas o lianas que se ven a la izquierda. A la derecha se ve el árbol de referencia.
Aquí están las lianas por donde me subí, y no me acuerdo ni como. En el segundo golpe de subida esto quedó bajo agua y seguí trepando por la vegetación y allí pase la noche. Soy un mono con suerte.
Aprendizaje para la gente de río: El nivel del río que sube en un lugar es proporcional a la subida del volumen de agua + el volumen que ocupan las rocas en ese lugar. Nivel del río = volumen de agua + volumen de rocas. Ahora miren las rocotas y entenderán un poquito más como subió 10 m de golpe.
Es compleja la situación en que me encuentro y muchos sentimientos se mezclan. Tuve un susto grande y eso miedo produce. De milagro me salvé y agradecido y contento estoy. En cambio mi amigo se ahogó y la tristeza me corroe.
Cada uno de los amigos de Mark que fue al cañón tuvo su momento bajo, pero hay que asimilar el mal trago para que el agua siga fluyendo por su cauce.
Vista río abajo desde la roca de Mark, hermoso y salvaje. Por ahí se nos fue Mark Hentze, y por ahí seguirá corriendo el agua sin parar y con oleadas, como el ciclo de la vida misma. Animo a toda la familia y amigos de Mark, el agua no parará y la vida tampoco.
Fuimos unos pocos al cañón de Mark, pero en nombre de muchos. Andy Atkins el inglés-canadiense, Kees Van Kuipers el holandes, Joana la colombiana, Emilio el francés, los 3 muchachos lugareños y yo. Gracias Ekipo!
Saliendo del río no hay alegría pero se siente paz. "Qué buena caminata!" dice Joana. Cansados por dentro y por fuera, es lo que necesitábamos.
Después de la tormenta viene la calma, y por el remolino del agua todo hay que dejarlo pasar, para limpiar y purificar.
A la salida del río pregunté por Luis el buscador de oro, la primera persona que encontré después de la ola, el que me dio agua de panela y me mostró el camino a la carretera. Gracias Luis, gracias al cura Abel (que la foto no salió), gracias a los muchachos, gracias a los Nicos, gracias Joana, Kees, Andy, Joe, Niamh, Emilio.
Aquí sigue Eneko Yarza entre nosotros, y no pienso parar, no pienso desacelerar, se me ha dado un tiempo extra y debo aprovechar. Qué harían ustedes si les pasa algo parecido? si llegan a ver el final de esta película pero se les regala un tiempo extra? se quedarían viendo pasar el tiempo sin hacer nada? Reflexionen que a alguno le hará bien.
Desde la terraza de Casa Kiwi, donde Mark se hospedaba en Medellín, le decimos adiós y el Ekipo se disuelve.
AGUR MARK! ADIÓS MARK! GOOD BYE MARK!
Yo vuelvo a Euskal Herria (País Vasco) después de año y medio por latinoamérica. Un ciclo se acaba y otro comienza. Y
LA GRAN RUEDA SIGUE RODANDO.
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Muerte y Vida en una Ola